fecha: 6 de agosto Abel Della Costa
Fiesta de la Transfiguración del Señor, en la que
Jesucristo, el Unigénito, el amado del Eterno Padre, manifestó su gloria ante
los santos apóstoles Pedro, Santiago y Juan, con el testimonio de la Ley y los
Profetas, para mostrar nuestra admirable transformación por la gracia en la
humildad de nuestra naturaleza asumida por Él, dando a conocer la imagen de
Dios, conforme a la cual fue creado el hombre, y que, corrompida en Adán, fue
renovada por Cristo.
oración:
El Señor Jesús muestra su gloria en el Monte Tabor |
Oh Dios, que en la gloriosa transfiguración de tu Unigénito
confirmaste los misterios de la fe con el testimonio de los profetas, y
prefiguraste maravillosamente nuestra perfecta adopción como hijos tuyos,
concédenos, te rogamos, que, escuchando siempre la palabra de tu Hijo, el
predilecto, seamos un día coherederos de su gloria. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).
Además de las piadosas consideraciones que nos puedan surgir
sobre el relato evangélico de la Transfiguración, no hay nada en ese tema que
se corresponda propiamente con un santoral hagiográfico, tan sólo que como el santoral
incorpora también celebraciones litúrgicas, debe ser mencionada e investigado
su origen como fiesta.
Una nota del Butler Guinea nos aclara algo de ese origen,
dice: «En el Oriente es más pronunciada que en el Occidente la tendencia a
conmemorar con fiestas especiales los incidentes narrados en los Evangelios.
Por consiguiente, lo más probable es que la fiesta de la Transfiguración sea de
origen oriental. Lo que consta con certeza es que antes del año 1000 se
celebraba ya solemnemente esta fiesta en la Iglesia bizantina el 6 de
agosto.[...] Algunas Iglesias de Occidente celebraban esporádicamente la
Transfiguración en diversas fechas. El Papa Calixto III la convirtió en fiesta
de la Iglesia universal para conmemorar la victoria obtenida sobre los turcos
en 1456.»
Con más detalle, un artículo de F. Holweck en la Catholic
Encyclopedia (1912) desarrolla esos datos: «El Obispo armenio Gregorio
Arsharuni (ca. 690) refiere el origen de ésta fiesta a san Gregorio el
Iluminador ( m. c. 337), quien -dice-, sustituyó una celebración pagana de
Afrodita llamada Vartavarh (rosa encendida), reteniendo la antigua denominación
de la fiesta, porque Cristo abrió su gloria como una rosa en el Monte Tabor.
Sin embargo, no se halla mención de esta fiesta en los dos antiguos calendarios
armenios impresos por Conybeare (Ritual Armenio, 527ss). Más probablemente la
fiesta se originó, durante el s. IV o V, en lugar de alguna otra fiesta pagana
de la naturaleza, en algún lugar del Asia Menor.
En la actualidad, los armenios observan la fiesta por tres
días, como una de las cinco grandes celebraciones del año (el séptimo domingo
después de Pentecostés); la precede un ayuno de seis días. También en la
Iglesia Siríaca es una fiesta de primer orden. En la Iglesia Griega tiene
vigilia y Octava.
La Iglesia Latina adoptó lentamente esta fiesta; no se la
menciona antes del 850 (Martirologio de Wandelbert). Fue adoptada en el siglo X
en muchas diócesis, y celebrada generalmente el 6 de agosto. En la Galia e
Inglaterra, el 27 de julio; en Meissen, el 17 de marzo; en Halberstadt, el 3 de
septiembre, etc. En 1456, Calixto III extendió la fiesta a la Iglesia
Universal, en memoria de la victoria de Juan Hunyady sobre los turcos en
Belgrado, el 6 de agosto de 1456. El propio Calixto compuso el Oficio. Es la
fiesta titular de la Basílica Laterana de Roma.[...]».
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