Al servicio de esta ideología existen una serie de
programas formativos, médicos, escolares, etc. que tratan de hacer
«tragar» esta ideología a todo el mundo, haciendo un daño tremendo en la
conciencia de los niños, adolescentes y jóvenes.
¿En qué consiste la ideología de género, de la que oímos hablar
continuamente? –El Papa acaba de referirse a ella, con tonos
suaves pero profundamente alarmantes. La ideología de género destroza la
familia, rompe todo lazo del hombre con Dios a través de su propia
naturaleza, sitúa al hombre por encima de Dios, y entonces Dios ya no es
necesario para nada, sino que hemos de prescindir de Él, porque Dios es
un obstáculo para la libertad del hombre.
La ideología de género es
una filosofía, según la cual «el sexo ya no
es un dato originario de la naturaleza, que el hombre debe aceptar y
llenar personalmente de sentido, sino un papel social del que se decide
autónomamente, mientras que hasta ahora era la sociedad la que decidía»
(B16). La frase emblemática de Simone de Beauvoir (1908-1986), pareja de
Jean Paul Sartre: «Mujer no se nace, sino que se hace» expresa que el
sexo es aquello que uno decide ser. Ya no valdrían las ecografías que
detectan el sexo de la persona antes de nacer. Esperamos un bebé. ¿Es
niño o niña? –La ecografía nos dice claramente que es niña. No. Lo que
vale es lo que el sujeto decida. Si quiere ser varón, puede serlo,
aunque haya nacido mujer. Y si quiere ser mujer puede serlo, aunque haya
nacido varón. No se nace, se hace. Al servicio de esta ideología
existen una serie de programas formativos, médicos, escolares, etc. que
tratan de hacer «tragar» esta ideología a todo el mundo, haciendo un
daño tremendo en la conciencia de los niños, adolescentes y jóvenes.
La ideología de género no respeta para nada la propia naturaleza en
la que Dios ha inscrito sus huellas: soy varón, soy mujer, por
naturaleza. Lo acepto y lo vivo gozosamente y con gratitud al Creador.
No. Relacionar con la naturaleza, y por tanto con Dios, mi identidad
sexual es una esclavitud de la que la persona tiene que liberarse, según
esta ideología equivocada. De aquí viene un cierto feminismo radical,
que rompe con Dios y con la propia naturaleza, tal como Dios la ha
hecho. Un feminismo que se va extendiendo implacablemente, incluso en
las escuelas. La iglesia católica es odiada por los promotores de la
ideología de género, precisamente porque se opone rotundamente a esto.
«Ahora bien, si no existe la dualidad de hombre y mujer como dato de la
creación, entonces tampoco existe la familia como realidad
preestablecida por la creación» (B16).
Y, sin embargo, una de las realidades más bonitas de la vida es la
familia. La familia según su estructura originaria, donde existe un
padre y una madre, porque hay un varón y una mujer, iguales en dignidad,
distintos y complementarios. Donde hay hijos, que brotan naturalmente
del abrazo amoroso de los padres. La apertura a la vida prolonga el amor
de los padres en los hijos. Donde hay hermanos, y abuelos, y tíos, y
primos, etc. ¡Qué bonita es la familia, tal como Dios la ha pensado!
Dios quiere el bien del hombre, y por eso ha inventado la familia.
Aunque la ideología de género intenta destruirla, la fuerza de la
naturaleza y de la gracia es más potente que la fuerza del mal y de la
muerte. La familia necesita la redención de Cristo, porque Herodes sigue
vivo, y no sólo mata inocentes en el seno materno, sino que intenta
mentalizar a nuestros niños, adolescentes y jóvenes con esta ideología,
queriendo hacerles ver que hay «otros» tipos de familia.
El Hijo de Dios nació y vivió en una familia y santificó los lazos
familiares. La fiesta de la Sda. Familia de Nazaret en el contexto de la
Navidad es una preciosa ocasión para dar gracias a Dios por nuestras
respectivas familias, que son como el nido donde hemos nacido o donde
crecemos y nos sentimos amados. Es ocasión para pedir por las familias
que atraviesan dificultades, para echar una mano a la familia que tengo
cerca y cuyas necesidades no son sólo materiales, sino a veces de
sufrimientos por conflictos de todo tipo. La fiesta de la Sda. Familia
de Nazaret, compuesta por Jesús, María y José es una oportunidad para
reafirmar que sólo en la familia, tal como Dios la ha instituido,
encuentra el hombre su pleno desarrollo personal y, por tanto, la
felicidad de su corazón. En la familia está el futuro de la humanidad,
en la familia que responde al plan de Dios.
Recibid mi afecto y mi bendición:
+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba
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