Causaría un
«daño irreparable», dice el juez
Primera
derrota judicial del «mandato» de Obama contrario a la libertad religiosa
La
perseverancia de un empresario católico logra la victoria en la primera de una
larga serie de batallas legales.
El arzobispo de Baltimore va al núcleo de lo
que está en juego con el «mandato» de Obama
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para la inminente campaña por la libertad religiosa
John L.
Kane, juez federal del tribunal de distrito de Colorado, le ha dado la razón al
presidente de Hercules Industries (una empresa que trabaja en el ámbito de la
eficiencia energética y las energías renovables), William Newland, en su
demanda contra el "mandato" anticonceptivo y abortista de la
Administración norteamericana.
El
magistrado, nombrado en tiempos de Jimmy Carter, ha suspendido la aplicación de
la orden ministerial HHS (Health and Human Services [Servicios Humanos y de
Salud]), también conocido como "mandato anticonceptivo", en el caso
de Hercules Industries, atendiendo a que dicha disposición legal viola la
libertad religiosa de los dueños de la empresa, que son católicos y presentaron
en su momento la correspondiente demanda.
El
"mandato" de Barack Obama, que ha provocado la mayor reacción
colectiva de los católicos norteamericanos en la historia del país (culminada
con una Quincena por la Libertad que terminó el 4 de Julio), pretende obligar a
todas las empresas e instituciones religiosas a asegurar a sus empleados con
seguros médicos que incluyan planes anticonceptivos y en algún caso abortivos.
Un
instrumento para cerrar empresas católicas
Según Kane,
si esto se aplicara en Hercules Industries se produciría a sus propietarios un
"daño irreparable" desde el punto de vista de su libertad religiosa,
derecho fundamental reconocido en la Constitución como clave fundacional de
Estados Unidos.
Los dueños
de Hercules Industries (William Newland, Paul Newland, James Newland y
Christine Ketterhagen), una empresa familiar, contrataron los servicios de Matt
Bowman, abogado de Alliance Defence Fund [Fondo para la Defensa de la Alianza],
un despacho que defiende este tipo de causas. La demanda pretendía conseguir
"que los burócratas de Washington no puedan forzar a las familias a
abandonar su fe para ganarse la vida", explica Bowman: "Los
americanos no quieren que los políticos y los burócratas decidan quién, dónde y
cómo puede vivir su fe".
El juez les
da la razón: los demandantes sólo "buscan dirigir Hercules en una forma
que refleje sus sinceras creencias religiosas". Y alega la jurisprudencia
en el sentido de que "es de gran interés público el libre ejercicio de la
religión incluso si ese interés puede entrar en conflicto con otros".
La decisión
judicial permite a Hercules Industries sustraerse temporalmente -hasta que
instancias superiores decidan sobre la constitucionalidad del mandato- a las
cuantiosas multas que afrontarían os Newland por no asegurar a sus 265
empleados para planes anticonceptivos (incluida la píldora abortiva) o
esterilizaciones.
La multa se
eleva a 100 dólares por empleado y día sin asegurar, lo que elevaría la sanción
a 10 millones de dólares al año. Son cifras que, como han señalado los
opositores al "mandato", apuntan a la voluntad del gobierno de Barack
Obama de cerrar todo tipo de instituciones y empresas de la Iglesia o dirigidas
por católicos.
Actualmente,
56 instituciones católicas acumulan un total de 23 demandas en todo el país,
que auguran un futuro legal muy problemático y una campaña electoral donde esta
cuestión pueden tener un peso decisivo. En 2008, el 54% de los católicos
votaron por el actual inquilino de la Casa Blanca.
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