Para comprender el sentido profundo de la confusión que domina los acontecimientos contemporáneos, nada mejor que conocer y estudiar los varios mensajes de María Santísima, entre los cuales el de La Salette (1846), sobre el cual ha echado nueva luz el descubrimiento inesperado, hecho en los archivos del Vaticano por el sacerdote francés Michel Corteville, de documentos originales perdidos hace mucho tiempo
Al adentrarnos en el tema, conviene recordar
el nexo profundo entre La Salette, donde María Santísima anunció
castigos universales para una humanidad impenitente; Lourdes, donde se
abrió un diluvio de gracias para reerguir a esa misma humanidad y
Fátima, donde la Virgen María prometió “Por fin Mi Inmaculado Corazón triunfará”.
La lectura del mensaje de La Salette es una buena oportunidad para la meditación, la vigilancia y la oración, como así también –¿por qué no recordarlo?– para una penitencia sincera, proporcionada a la situación de cada uno |
Tesis en la Facultad
dominica en Roma
En el año 1999, en
forma inesperada, el sacerdote francés Michel Corteville encontró en
los archivos del Vaticano una caja con los documentos oficiales de las
apariciones de Nuestra Señora de La Salette (septiembre de 1846),
perdidos hacía mucho tiempo. Fue así que pudo defender con éxito la
tesis sobre dicho tema en la célebre Facultad de Teología Angelicum, de
la Orden Dominica en Roma, y posteriormente escribir un libro en
colaboración con el P. René Laurentin. *
El descubrimiento
despertó un gran interés en el mundo católico dado que, aunque aprobado
por el Papa Beato Pío IX, el mensaje de La Salette había provocado en
su momento una reacción violenta por parte de los enemigos de la Iglesia
y también en medios católicos liberales, al punto que se difundieron
falsos mensajes. La confusión generada motivó que en 1915 la Santa Sede
prohibiera la
publicación de toda versión del mensaje, aunque de ninguna manera desalentaba la devoción a Nuestra Señora de La Salette.
publicación de toda versión del mensaje, aunque de ninguna manera desalentaba la devoción a Nuestra Señora de La Salette.
La revista
“Cruzada” ofrece hoy a sus lectores las partes principales de la
redacción del mensaje de La Salette hecha por una de las videntes, la
pastorcita Melanie, considerado el más completo por el P. Corteville, al
que tan sólo agregamos algunos subtítulos para mejor seguir el relato.
Decadencia del clero atraerá
la venganza divina
“Mélanie, lo que yo voy a deciros ahora no quedará siempre bajo secreto, podrás publicarlo en 1858.
“Los sacerdotes, ministros de mi Hijo, por
su mala vida, su irreverencia e impiedad en la celebración de los
santos misterios, por el amor al dinero, a las honras y a los placeres,
se transformarán en cloacas de impureza. Sí, los sacerdotes atraen la
venganza, y la venganza se cierne sobre sus cabezas. ¡Ay de los
sacerdotes y de las personas consagradas a Dios que, por su infidelidad
y mala vida crucifican de nuevo a mi Hijo! Los pecados de las personas
consagradas a Dios claman al Cielo y claman por venganza, y he aquí
que la venganza está a sus puertas, pues no se encuentra más una
persona que implore misericordia y perdón para el pueblo, no hay más
almas generosas, no hay nadie más digno de ofrecer la Víctima
Inmaculada al Padre Eterno a favor del mundo.
Dimensión de la cólera divina
“Dios va a golpear de un modo inaudito. ¡Ay
de los habitantes de la Tierra! Dios va a agotar su cólera y nadie
podrá huir a tantos males acumulados.
“Los jefes, los conductores del pueblo de
Dios negligenciaron la oración y la penitencia, y el demonio obscureció
sus inteligencias; se transformaron en estrellas cadentes, que el
viejo diablo arrastrará con su cola para hacerlos perecer. Dios
permitirá a la vieja serpiente introducir divisiones entre los que
reinan, en todas las sociedades y en todas las familias. Se sufrirán
tormentos físicos y morales; Dios abandonará a los hombres a sí mismos y
enviará castigos que se sucederán durante más de treinta y cinco años.
“La sociedad está en la inminencia de los
flagelos más terribles y de los mayores acontecimientos; se debe
esperar ser gobernado por un látigo de hierro y beber el cáliz de la
cólera de Dios.
Falsos prodigios sobre la Tierra
Después de
advertir al Beato Pío IX sobre los falsos prodigios que ocurrirían en
esos tiempos, Nuestra Señora prosiguió:
“En el año 1864, Lucifer y un gran número de
demonios serán liberados del infierno; ellos abolirán la Fe poco a
poco, hasta en las personas consagradas a Dios; ellos las cegarán de
tal modo que, salvo una gracia particular, adquirirán el espíritu de
esos malos ángeles; muchas casas religiosas perderán completamente la
Fe y perderán muchas almas.
“Los malos libros abundarán sobre la Tierra y
los espíritus de las tinieblas difundirán por todas partes un
relajamiento universal en todo lo que se refiere al servicio de Dios;
ellos tendrán un enorme poder sobre la naturaleza; habrá iglesias para
rendir culto a esos espíritus. Habrá personas que serán transportadas
de un lugar a otro por esos malos espíritus, inclusive sacerdotes,
porque no se habrán conducido por el buen espíritu del Evangelio, que
es un espíritu de humildad, caridad y celo por la gloria de Dios. Se
hará resucitar muertos y justos (es decir, dichos muertos tomarán la
figura de almas justas que vivieron en la Tierra, para seducir más a
los hombres; esos supuestos muertos resucitados, que no serán sino el
demonio encarnado en esas figuras, predicarán otro evangelio contrario
al del verdadero Jesucristo, negando la existencia del Cielo); o
incluso almas de condenados. Todas esas almas aparecerán como unidas a
sus cuerpos. En todos los lugares habrá prodigios extraordinarios,
porque la verdadera Fe se apagó y una falsa luz ilumina al mundo. ¡Ay
de los príncipes de la Iglesia que entonces estarán ocupados únicamente
en acumular riquezas, salvaguardar su autoridad y dominar con orgullo!
La Virgen llora por las amenazas que cercan a la Iglesia “Los gobernantes civiles tendrán todos un mismo objetivo, que consistirá en abolir y hacer desaparecer todo principio religioso, para dar lugar al materialismo, al ateismo, al espiritismo y a toda suerte de vicios.” |
“El Vicario de mi Hijo tendrá mucho que sufrir, porque durante un tiempo la Iglesia será entregada a grandes persecuciones; será el tiempo de las tinieblas y la Iglesia pasará por una crisis pavorosa.
“Olvidada la santa fe en Dios, cada individuo deseará guiarse por sí mismo y ser superior a sus semejantes. Serán abolidos los poderes civiles y eclesiásticos; todo orden y toda justicia serán pisados a los pies; no se verá otra cosa sino homicidios, odio, envidia, mentira y discordia, sin amor por la patria ni por la familia.
La abominación en los lugares santos
“Los gobernantes civiles tendrán todos un mismo objetivo, que consistirá en abolir y hacer desaparecer todo principio religioso, para dar lugar al materialismo, al ateismo, al espiritismo y a toda suerte de vicios.
“En el año 1865, se verá la abominación en los lugares santos; en los conventos las flores de la Iglesia se pudrirán y el demonio se volverá por así decir el rey de los corazones. Que los dirigentes de las comunidades religiosas estén atentos con relación a las personas que deban recibir, porque el demonio usará toda su malicia para introducir en las órdenes religiosas personas entregadas al pecado, pues los desórdenes y el amor a los placeres carnales estarán difundidos por toda la Tierra.
“Francia, Italia, España e Inglaterra estarán en guerra; la sangre correrá por las calles; el francés combatirá contra el italiano; luego habrá una guerra general que será pavorosa. Durante cierto tiempo, Dios no recordará más a Francia ni a Italia, porque el Evangelio de Jesucristo no será más conocido. Los malos extenderán toda su malicia. Hasta en las casas las personas se matarán y se masacrarán mutuamente.
Intervención divina cuando todo parezca perdido
“Al primer golpe de su espada fulgurante, las montañas y toda la naturaleza temblarán de espanto, porque los desórdenes y los crímenes de los hombres traspasarán la bóveda celeste. París será quemada y Marsella tragada [por las aguas]; varias grandes ciudades serán sacudidas y tragadas por temblores de tierra; se creerá que todo está perdido; solo se verán homicidios, se oirán únicamente ruidos de armas y blasfemias.
“Los justos sufrirán mucho; sus oraciones, su penitencia y sus lágrimas subirán hasta el Cielo y todo el pueblo de Dios pedirá perdón y misericordia, pedirá mucha ayuda e intercesión. Entonces Jesucristo, por un acto de su justicia y de su gran misericordia con relación a los justos, ordenará a sus Ángeles que provoquen la muerte de todos sus enemigos. De repente, los perseguidores de la Iglesia de Jesucristo y todos los hombres entregados al pecado perecerán y la Tierra se transformará por así decir en un desierto.
Triunfo de la Iglesia en las almas, dominio del Evangelio
“Entonces se establecerá la paz, la reconciliación de Dios con los hombres; Jesucristo será servido, adorado y glorificado; la caridad florecerá por todas partes. Los nuevos reyes serán el brazo derecho de la Santa Iglesia, la cual será fuerte, humilde, piadosa, pobre, celosa e imitadora de las virtudes de Jesucristo. El Evangelio será predicado por todas partes y los hombres harán grandes progresos en la Fe, porque habrá unidad entre los operarios de Jesucristo y los hombres vivirán en el temor de Dios.
Desgracias en los tiempos del Anticristo y perseverancia de los fieles
“Esta paz entre los hombres no será larga; veinticinco años de zafras abundantes les harán olvidar que los pecados de los hombres son la causa de todos los castigos que ocurren en la Tierra.
“La Tierra será castigada con todo género de plagas (además de la peste y del hambre que serán generales); habrá guerras, hasta la última que la harán los diez reyes del anticristo, los cuales tendrán todos un mismo plan, y serán los únicos que gobernarán al mundo. Antes que eso suceda, habrá una especie de falsa paz en el mundo; no se pensará más que en divertirse; los malvados se entregarán a toda clase de pecados; pero los hijos de la Santa Iglesia, los hijos de la Fe, mis verdaderos imitadores, creerán en el amor de Dios y en las virtudes que me son más queridas. Dichosas las almas humildes guiadas por el Espíritu Santo, Yo combatiré con ellas hasta que lleguen a la plenitud de la edad.
Maximin y Mélanie, los videntes de La Salette, en la época de las apariciones |
Los apóstoles de los últimos tiempos
Nuestra Señora
hizo después una descripción sobre la acción de los demonios y del
Anticristo en una tierra devastada por los crímenes de todo orden. Pero
Dios, agrega, tomará bajo sus cuidados a los fieles servidores y a
los hombres de buena voluntad a quienes exhorta a tener una fidelidad
heroica:
“Hago una apremiante llamada a la Tierra,
llamo a los verdaderos discípulos del Dios que vive y reina en los
Cielos, llamo a los verdaderos imitadores de Jesucristo hecho hombre,
el único y verdadero salvador de los hombres. Llamo a mis hijos, a mis
verdaderos devotos, a los que se me han consagrado a fin de que los
conduzca a mi Divino Hijo, los que llevo, por decirlo así, en mis
brazos, los que viven de mi espíritu. Finalmente... llamo a los
Apóstoles de los Últimos Tiempos, los fieles discípulos de Jesucristo
que han vivido en el menosprecio del mundo y de sí mismos, en la
pobreza y en la humildad, en la oración y en la mortificación, en la
castidad y en la unión con Dios, en el sufrimiento, y desconocidos del
mundo. Ya es hora que salgan y vengan a iluminar la Tierra: Id y
mostraos como mis hijos queridos. Que vuestro celo os haga por así decir
hambrientos de la gloria y honra de Jesucristo. Luchad hijos de la
luz, pequeño número... pues ya está aquí el tiempo de los tiempos, el
fin de los fines.
En el fin del mundo,
Dios enviará a Enoc y Elías
“La Iglesia será eclipsada, el mundo estará
en la consternación. Pero he ahí Enoc y Elías, llenos del espíritu de
Dios; predicarán con la fuerza de Dios, y los hombres de buena voluntad
creerán en Dios, y muchas almas serán consoladas. Harán grandes
prodigios por la virtud del Espíritu Santo, y condenarán los errores
diabólicos del anticristo. ¡Ay de los habitantes de la Tierra...! Habrá
guerras sangrientas y hambres, pestes y enfermedades contagiosas; habrá
lluvias de un granizo espantoso... ... Tempestades que destruirán
ciudades, terremotos que tragarán países; se oirán voces en el aire;
los hombres se golpearán la cabeza contra los muros, llamarán a la
muerte. ... La sangre correrá por todas partes. ¿Quién podrá resistir si
Dios no disminuye el tiempo de la prueba? Por la sangre, las lágrimas y
oraciones de los justos, Dios se dejará aplacar. Enoc y Elías serán
muertos. Roma pagana desaparecerá, caerá fuego del cielo y consumirá
tres ciudades; el universo entero estará preso del terror, y muchos se
dejarán seducir por no haber adorado al verdadero Cristo, que vivía
entre ellos. Ha llegado el tiempo. El sol se oscurece, solo la Fe
vivirá.
“Ha llegado el tiempo. El abismo se abre. He
aquí el rey de los reyes de las tinieblas. Aquí está la bestia con sus
súbditos, llamándose el salvador del mundo. Se elevará con orgullo por
los aires para subir hasta el Cielo. Será sofocado por el soplo de San
Miguel Arcángel. Caerá. Y la Tierra, que llevará tres días en
continuas evoluciones, abrirá su seno lleno de fuego. Será hundido para
siempre, (el anticristo), con todos los suyos, en los abismos eternos
del infierno. Entonces el agua y el fuego purificarán y consumirán
todas las obras del orgullo de los hombres y todo será renovado. Dios
será servido y glorificado.»
El libro “Découverte du secret de La Salette” de los padres René Laurentin y Michel Corteville contiene sorprendentes revelaciones sobre las predicciones de La Salette |
Nuestra Señora sube al Cielo
Después de esas
palabras, Nuestra Señora agregó: “Hijos míos, comunicaréis esto a todo
mi pueblo”. Y caminó hasta una elevación próxima. Sus pies apenas
tocaban el pasto, sin doblarlo. Al alcanzar la cima, se detuvo mirando
con tierna bondad a los videntes. Comenzó entonces a elevarse
insensiblemente hasta la altura de un metro.
Se quedó tan sólo
un instante, el tiempo suficiente para mirar el cielo, la tierra, a su
derecha y a su izquierda. Después posó sus ojos “tan dulces, tan
amables y tan buenos que juzgué que me atraería hasta su interior, y
parecía que mi corazón se abría al de Ella”, narró Mélanie. La luz que
la rodeaba se volvió más intensa, como envolviendo a Nuestra Señora y
poco a poco desapareció. La luz ascendió suavemente rumbo a la derecha,
hasta desaparecer de la visión de los niños amados de la Virgen.
Mensaje que invita a la oración y a la penitencia
El descubrimiento
de los textos oficiales del secreto de La Salette en los archivos
vaticanos permite tejer una serie de consideraciones. Hechas con un
espíritu de fidelidad incondicional a la Santa Iglesia, instituida por
Nuestro Señor Jesucristo, pueden inspirar graves y piadosas reflexiones
que no caben en el espacio de este artículo. Sin embargo, el lector
tiene a su disposición, con la lectura de las partes del mensaje aquí
transcriptas, abundante materia para la meditación, la vigilancia y la
oración, como así también –¿por qué no recordarlo?– para una penitencia
sincera, proporcionada a la situación de cada uno.
Notas
*René Laurentin –Michel Corteville, Découverte du secret de La Salette, Paris, Fayard, 2002, con Imprimatur de Mons. Michel Dubost, Oispo de Évry, y nihil obstat de Don Bernard Billet, de la abadía de Notre-Dame de Tournay.
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