LA DIVINA MISERICORDIA |
Él es la VERDAD Y LA VIDA, solo en ÉL tiene sentido nuestra
existencia y en Él debemos CONFIAR.
"¡JESÚS CONFIO EN TI!, es estas palabras se resume la
fe del cristiana, que es la fe en la omnipotencia del amor misericordioso de
Dios" (Benedicto XVI).
Debemos confiar en Cristo, en Su Amor infinito. Con estas
palabras habló Cristo a Sor Faustina: "El alma que confía en Mi
misericordia es la más feliz porque Yo Mismo tengo cuidado de ella".
El Domingo de LA DIVINA
MISERICORDIA, así fue proclamado por nuestro querido Beato Juan Pablo II en la
canonización de Sor Faustina Kowalska, el 30 de Abril del año 2000. Además en
el año 2002 el mismo Papa estableció que dicho Domingo de la Divina
Misericordia se enriqueciera con
la Indulgencia Plenaria (para lo cual es indispensable confesarse realizando primero un buen examen de conciencia, rezar por el Santo Padre y recibir la Santa Comunión el día de la Fiesta.)
la Indulgencia Plenaria (para lo cual es indispensable confesarse realizando primero un buen examen de conciencia, rezar por el Santo Padre y recibir la Santa Comunión el día de la Fiesta.)
"En todo el mundo, el segundo Domingo de Pascua
recibirá el nombre de la Divina Misericordia. Una invitación perenne para el
mundo cristiano a afrontar, con confianza en la benevolencia divina, las
dificultades y las pruebas que esperan al género humano en los años
venideros." (Juan Pablo II)
El Señor nos hace llegar a toda la humanidad a través de Sor
Faustina su inmenso Amor hacia cada uno de nosotros, nos da a conocer su DIVINA
MISERICORDIA. Este es un mensaje nuevo de Nuestro Señor Jesucristo para el
mundo de hoy: "La humanidad no conseguirá la paz hasta que no se dirija
con confianza a Mi misericordia".
"A las almas que recen esta coronilla, Mi Misericordia
les envolverá en vida y especialmente a la hora de la muerte".
LA CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA:
1. Comenzar con un Padrenuestro, un Avemaría, y un Credo.
2. Al comenzar cada decena (cuentas grandes del
Padrenuestro) decir:"Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el
Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el
perdón de nuestros pecados y los del mundo entero."
3. En las cuentas pequeñas de las Avemarías decir:"Por
Su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero."
4. Al finalizar las cinco decenas de la coronilla se repite
tres veces:"Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de
nosotros y del mundo entero."
Oraciones:
"Expiraste, Jesús, pero la fuente de vida brotó
inmensamente para las almas, y el océano de Misericordia se abrió por todo el
mundo. Oh fuente de Vida, Oh Misericordia Infinita, abarca el mundo entero y
derrámate sobre nosotros."
"Oh Sangre y Agua, que brotaste del Corazón de Jesús
como una Fuente de Misericordia para nosotros, en Vos confío."
Es recomendable rezar también su novena.
LA ESENCIA DE LA DEVOCIÓN:
La esencia de la devoción se sintetiza en cinco puntos
fundamentales:
1. Debemos confiar en la Misericordia del Señor.
Jesús, por medio de Sor Faustina nos dice: "Deseo
conceder gracias inimaginables a las almas que confían en Mi misericordia. Que
se acerquen a ese mar de misericordia con gran confianza. Los pecadores
obtendrán la justificación y los justos serán fortalecidos en el bien. Al que
haya depositado su confianza en Mi misericordia, en la hora de la muerte le
colmaré el alma con Mi paz divina."
2. La confianza es la esencia –el alma– de esta devoción y,
a la vez, la condición para recibir gracias.
"Las gracias de Mi misericordia se toman con un solo
recipiente y este es la confianza. Cuanto más confíe un alma, tanto más
recibirá. Las almas que confían sin límites son Mi gran consuelo y sobre ellas
derramo todos los tesoros de Mis gracias. Me alegro de que pidan mucho porque
mi deseo es dar mucho, muchísimo. El alma que confía en Mi misericordia es la
más feliz, porque Yo mismo tengo cuidado de ella. Ningún alma que ha invocado
Mi misericordia ha quedado decepcionada ni ha sentido confusión. Me complazco
particularmente en el alma que confía en Mi bondad."
3. La misericordia define nuestra actitud ante cada persona.
"Exijo de ti obras de misericordia que deben surgir del
amor hacia Mí. Debes mostrar misericordia siempre y en todas partes. No puedes
dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte. Te doy tres formas de ejercer
misericordia: la primera es la acción; la segunda, la palabra; y la tercera, la
oración. En estas tres formas se encierra la plenitud de la misericordia y es
un testimonio indefectible del amor hacia Mí. De este modo el alma alaba y
adora Mi misericordia."
4. La actitud del amor activo hacia el prójimo es otra
condición para recibir gracias.
"Si el alma no practica la misericordia de alguna
manera no conseguirá Mi misericordia en el día del juicio. Oh, si las almas
supieran acumular los tesoros eternos, no serían juzgadas, porque la
misericordia anticiparía Mi juicio."
5. El Señor Jesús desea que Sus devotos hagan por lo menos
una obra de misericordia al día.
"Debes saber, hija Mía que Mi Corazón es la
misericordia misma. De este mar de misericordia las gracias se derraman sobre
todo el mundo. Deseo que tu corazón sea la sede de Mi misericordia. Deseo que
esta misericordia se derrame sobre todo el mundo a través de tu corazón.
Cualquiera que se acerque a ti, no puede marcharse sin confiar en esta
misericordia Mía que tanto deseo para las almas."
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