Hay ya 27 iglesias en España
abiertos las 24 horas del día. De madrugada hay que llamar a un timbre, como en
las farmacias de guardia, y un voluntario te abre. La última en sumarse, una
parroquia valenciana.
JOSÉ GUERRERO / MADRID
Día 21/10/2012 - 09.31h
Toda la tierra alabe al Señor... |
Son las cuatro de la mañana. La
temperatura no es mala, pero tampoco invita a salir a la calle un martes de
labor. Los pasos de un hombre joven se unen a los sonidos de la noche. El eco
de un ladrido lejano, un portal que se cierra, el cepillo de un camión de la
limpieza que barre la calle... El solitario caminante se detiene ante las
puertas de una iglesia y aprieta un timbre. “Adelante, eres bienvenido a la
Casa de Dios”. El interior ténuemente iluminado acoge al feligrés en una atmósfera
de paz, de recogimiento. Reina el silencio. Se respira sosiego. Tres personas
más ocupan los bancos. Cada uno en un sitio diferente como peones en un tablero
de ajedrez. “No importa la hora, aquí siempre hay gente rezando”, cuenta Miguel
Villalba, párroco de la iglesia de
San Martín, en el corazón de Valencia, la
última que se ha sumado a la lista de templos abiertos 24 horas al día 365 días
al año.
En España ya son 27 iglesias las
que no cierran nunca y como la oferta de esta especie de Opencor eclesiástico
va ganando clientes, el número, sin duda, irá a más. ¿Cuál es su éxito? “Aquí
ofrecemos un lugar para la oración a cualquier hora del día o de la noche, no
hay límites. Está abierto para creyentes y los que no lo son. Solo se pide
respeto y silencio”, explica Javier Taberner, un psicólogo de 33 años que
dedica parte de su tiempo libre a coordinar a los llamados ‘adoradores
perpetuos’, el grupo de voluntarios que se turnan para vigilar la capilla de
sol a sol.
Cada uno de los adoradores se
compromete a estar allí presente al menos una hora a la semana. Vigilan,
custodian a Dios y permanecen al servicio de los feligreses haciendo posible
que quien lo desee pueda acercarse un sábado a las cuatro de la tarde… o a las
cuatro de la mañana. De madrugada, eso sí, hay que tocar un timbre como en las
farmacias de guardia.
En esta iglesia valenciana se han
apuntado casi 900. Hay lista de espera porque todos los turnos se cubrieron
rápidamente. Los primeros, curiosamente, los más intempestivos: los que van entre
la medianoche y la seis de la madrugada. Los más difíciles de cubrir, la
sobremesa del fin de semana. La idea es que estos templos permanezcan abiertos
hasta la noche de los tiempos…. O hasta que Dios quiera. Obviamente en estas
capillas no hay sacerdotes que celebren misas ininterrumpidamente, sino que
solo hay una custodia donde se expone la hostia consagrada, y varias Biblias,
algunas en idiomas como el inglés, el polaco o el chino.
Guardianes de noche
Como centinelas que acompañan de
madrugada a Cristo allí presente, los cuatro guardianes que esta noche ocupan
los bancos de San Martín fijan su mirada ante el Santísimo. En la penumbra,
oran intensamente sin mover los labios. Apenas seis horas antes, en esos mismos
maderos se sentaban una docena de mujeres, algunas de ellas con carritos de la
compra. La exitosa iniciativa pretende “no dejar nunca solo a Jesús” al tiempo
que ofrece un remanso de paz siempre abierto para hablar con Dios. “Me gusta
hacer un alto en el camino a casa y entrar a rezar un poco. Es mi momento más
tranquilo del día. Salgo de aquí con más fuerza, más reconfortada, con las
pilas del alma cargadas”, detalla María Jesús, un ama de casa que suele
‘escaparse’ a su particular gimnasio espiritual cuando sus dos hijos se van a
la cama.
También los jóvenes, esos que
tanto preocupan al obispo Munilla “porque no creen en Dios”, están respondiendo
a la iniciativa: “Una hora a la semana no es nada. Por no salir de fiesta un
sábado por la noche no pasa absolutamente nada. Prefiero venir aquí. Me llena
más. A mí me ayuda mucho”, dice Carlos, de 22 años, uno de los ‘adoradores’
voluntarios encargado de acudir a San Martín a las dos de la madrugada de los
sábados.
En España las iglesias con
Adoración Eucarística Perpetua, que es como se llama este fenómeno religioso,
se encuentran repartidas en varios puntos de norte a sur, de este a oeste,
entre ellos Alicante, Barcelona, Benidorm, Bilbao, Burgos, Cáceres, Estepona,
Elche, Getafe, Madrid, Murcia, Nules (Castellón), Oviedo, Palencia, Pamplona, San
Sebastián, Sevilla, Toledo, Valencia, Vitoria y Zaragoza. Otras 2.500 capillas
permanecen abiertas día y noche en el resto del mundo, la mitad en Estados
Unidos. En la web de Adoración Eucarística Perpetua se puede obtener más
información sobre sus características, y los lugares donde se encuentran estos
templos.
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