BIENVENIDO AL BLOG DE LOS DEVOTOS DE LA DIVINA MISERICORDIA - GRUPO DE ORACIÓN DE LA PALMA DEL CONDADO - HUELVA - ESPAÑA

martes, 31 de diciembre de 2013

El aborto es diabólico

  El diablo es mentiroso y homicida.
José María Iraburu
Así lo afirma Jesús en una predicación a los judíos. Viendo la hostilidad con que le escuchan, hace en público esta declaración: «¿Por qué no reconocéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. Vosotros sois de vuestro padre el diablo y queréis cumplir los deseos de vuestro padre. Él es homicida desde el principio y no se mantuvo en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando dice la mentira, habla de lo suyo, porque es mentiroso y padre de la mentira» (Jn 8,43-44).
El diablo en el aborto miente y mata.
El diablo miente primero. A todos los hombres, gobiernos, partidos políticos, intelectuales, legisladores, que en mayor o menor grado están bajo su influjo, les hace creer y difundir diversas mentiras. El aborto es un derecho de la mujer. Un derecho inalienable, que el Estado debe asegurar y financiar en su ejercicio. La mujer tiene derecho a disponer de su propio cuerpo, y ese derecho incluye el de abortar. El ente concebido en el seno de

domingo, 29 de diciembre de 2013

ESCALADA DE ASALTOS A IGLESIAS Basta de impunidad con los profanadores de iglesias....

EN MI NOMBRE NO...por eso firmo

Despues de los asaltos a iglesias que etamos viendo cada día, os invitamos a no quedarnos de brazos cruzados. Os pedimos que os unais con vuestras firmas a las quejas por la impunidad con las que estos anticatolicos actúan.

Firmar en el siguiente enlace:


http://www.hazteoir.org/alerta/55294-basta-impunidad-profanadores-iglesias 


 

M. Vidal Santos | 28 dic 2013

Los ataques a templos se están sucediendo en las últimas semanas. Grupos violentos asaltan las iglesias. Supuestas defensoras de la mujer profanan los altares. Los sacerdotes y los pastores sufren agresiones. Se acosa e insulta a los fieles. Las ceremonias son violentamente interrumpidas. 
Y quienes tienen obligación de proteger los derechos de los ciudadanos y la libertad religiosa, reconocida en nuestra Constitución, siempre llegan tarde.
Llegan tarde a pesar de que los grupos laicistas que se dedican a atacar a los creyentes, a los símbolos sagrados y a los miembros de la Iglesia son perfectamente reconocibles, a menudo anuncian sus acciones en internet y son fácilmente localizables.
El último caso de ataque a los creyentes sucedió en nuestro país el día de Navidad. Cincuenta violentos profanaron la iglesia de San Félix, en la provincia de Barcelona, durante la Misa del Gallo, al grito de “fuera Rosarios de nuestros ovarios”.
Arriba puedes ver el video grabado por los atacantes. Este es su segundo ataque. También grabaron un video de su primera profanación. Difunden sus actuaciones a través de internet. Pero la policía ni los ha identificado, ni los ha puesto a disposición judicial.
Dile al consejero catalán de Interior, responsable de la policía catalana, que puede y debe prevenir estos ataques.

GRACIAS POR VUESTRAS VISITAS...VENTUROSO AÑO NUEVO






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«Aborto libre y progresismo». Un artículo antológico de Miguel Delibes, más actual que nunca

 En estos días en que tan frecuentes son las manifestaciones en favor del aborto libre, me ha llamado la atención un grito que, como una exigencia natural, coreaban las manifestantes: «Nosotras parimos, nosotras decidimos». En principio, la reclamación parece incontestable y así lo sería si lo parido fuese algo inanimado, algo que el día de mañana no pudiese, a su vez, objetar dicha exigencia, esto es, parte interesada, hoy muda, de tan importante decisión. La defensa de la vida suele basarse en todas partes en razones éticas, generalmente de moral religiosa, y lo que se discute en principio es si el feto es o no es un ser portador de derechos y deberes desde el instante de la concepción. Yo creo que esto puede llevarnos a argumentaciones bizantinas a favor y en contra, pero una cosa está clara: el óvulo fecundado es algo vivo, un proyecto de ser, con un código genético propio que con toda probabilidad llegará a serlo del todo si los que ya disponemos de razón no truncamos artificialmente el proceso de viabilidad. De aquí se deduce que el aborto no es matar (parece muy fuerte eso de calificar al abortista de asesino), sino interrumpir vida; no es lo mismo suprimir a una persona hecha y derecha que impedir que un embrión consume su desarrollo por las razones que sea. Lo importante, en este dilema, es que el feto aún carece de voz, pero, como proyecto de persona que es, parece natural que alguien tome su defensa, puesto que es la parte débil del litigio.
Coincidiendo con la celebración de la Festividad de los Santos Inocentes y mientras asistimos a una furibunda reacción  -contra toda evidencia científica-,  en los medios autocalificados como “progresistas”, contra el proyecto del Gobierno para la reforma de la legislación del aborto, no puede resultar más oportuna la reproducción hoy del antológico artículo que, bajo el título “Aborto libre y progresismo”, publicó en ABC en 1987 el escritor Miguel Delibes (1920 – 2010).La socióloga americana Priscilla Conn, en un interesante ensayo, considera el aborto como un conflicto entre dos valores: santidad y libertad, pero tal vez no sea éste el punto de partida adecuado para plantear el problema. El término santidad parece

martes, 24 de diciembre de 2013

Mons. Müller: «El primer fin de la Congregación es promover la fe para la salvación del hombre, pero el segundo es defenderla» Mons. Gerhard Ludwig Müller, Arzobispo Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ha concedido una entrevista al Corriere della Sera, en la que advierte del «riesgo de particularismo» en la Iglesia: «Algunos interpretan la Evangelii Gaudium como si el Santo Padre quisiera favorecer una cierta autonomía de las iglesias locales, la tendencia a distanciarse de Roma. Pero esto no es posible.


Hijo de un obrero, por dieciséis años docente en la Universidad Ludwig-Maximilian de Munich de Baviera, Mons. Müller es el teólogo elegido por Ratzinger como encargado de la propia Opera Omnia y, al mismo tiempo, el amigo y «discípulo» de Gustavo Gutiérrez, padre de la Teología de la Liberación.
Así lo pintan como conservador o progresista, según el caso, «¡pero la esquizofrenia no es mía!». Ciertamente tiene en claro su tarea: «El primer fin de la Congregación es promover la fe para la salvación del hombre, pero el segundo es defenderla». Y no escapa a ninguna pregunta: desde los sacramentos a los divorciados en nueva unión hasta las nuevas «herejías», incluyendo el «riesgo de particularismo» en la Iglesia: «Algunos interpretan la Evangelii Gaudium como si el Santo Padre quisiera favorecer una cierta autonomía de las iglesias locales, la tendencia a distanciarse de Roma. Pero esto no es posible. El particularismo, como el centralismo, es una herejía. Sería el primer paso hacia la autocefalía».
- ¿En qué sentido, Excelencia?
La Iglesia Católica está compuesta por iglesias locales pero es una. No existen iglesias «nacionales», somos todos hijos de Dios. El Concilio Vaticano II explica en concreto la relación entre el Papa y los obispos, entre el primado de Pedro y la colegialidad. El Romano Pontífice y los obispos en forma individual son de derecho divino, instituidos por Jesucristo. También la colegialidad y la colaboración entre los obispos, cum Petro et sub Petro, tienen aquí su fundamento. Pero los patriarcados y las conferencias episcopales, históricamente y hoy, pertenecen sólo al derecho eclesiástico, humano. Los presidentes de las conferencias episcopales, aunque importantes, son coordinadores, nada más, ¡no son vice-papas! Cada obispo tiene una relación directa e inmediata con el Papa. No podemos tener una descentralización en las conferencias, existiría el peligro de un nuevo centralismo: con la presidencia que tiene todas las informaciones y los obispos inundados por documentos sin el tiempo de prepararse.
- ¿Y qué quería decir Francisco cuando hablaba de «conversión del papado» y escribía que las conferencias deberían tener «alguna auténtica autoridad doctrinal»?
El Papa partía de la reflexión sobre el ejercicio del primado que